Si bien la adopción de protocolos familiares ordena la empresa, establece cada rol y distribuye el poder, muchos empresarios aun no los adoptan.
¿Qué pasa si el dueño de una firma quiere echar por mal desempeño a su gerente de Finanzas y en ese puesto está su hijo? Hay dos caminos: si se tiene un protocolo será mucho más aceitado el proceso, pero si no se tiene las consecuencias pueden ser graves a nivel personal y corporativo. Un documento formal firmado por un directorio anticipa estas jugadas y da las herramientas para saber accionar correctamente.
Sergio Messing, Director de la sede Santa Fe del IADEF, fue consultado por el portal La Capital para desarrollar este tema.