Un regalo de fin de año para la familia empresaria.
Un decálogo de buenas prácticas es el regalo de fin de año para la familia empresaria.
Las fiestas de diciembre hacen a este mes muy especial, un mes en el que la mayoría de las personas nos permitimos momentos felices, nos animamos a soñar, a reír; solemos darnos permiso para olvidar por un instante los problemas y las diferencias. Suele ser el mes de las reconciliaciones y unión, somos más solidarios y las fiestas suelen ser la excusa perfecta para escapar por un instante de la tensión, experimentar paz y espacios de encuentros y diálogos.
Con responsabilidad, hemos aprendido a cuidarnos del COVID 19, así que, con distancia, barbijo, ventilación o aire libre, nos estamos reuniendo como nos es posible. Seguimos revindicando en la familia empresaria lo importante de “conectar con quienes somos”, compartir hacia donde queremos ir, escuchar aquello que nos llama a cambiar, y renovar los deseos de continuar activos empresarialmente, social y económicamente para nuestro entorno. La familia empresaria como organización de personas crea valor COMPARTIDO hacia el interior y en relaciones con su entorno.
Así es que este diciembre nos convoca a reflexionar sobre lo vivido, aprendido, las actitudes y capacidades que como familia empresaria sobresalieron. La pandemia nos puso un espejo para mirarnos como “Familia”, “Empresa” y también como “protagonistas civiles y sociales” en comunidad ¿Cómo dio esta prueba o calificación?
Costumbres y valores como escudos protectores
Las costumbres y valores nobles forjadas en el seno de la familia empresaria, actuaron – una vez más – de escudo protector, anticuerpo e inspiración para transitar crisis, incertidumbre y temores. Relaciones de confianza, personas de buena voluntad, vocación empresarial, apertura al diálogo, compromiso, generosidad, gratitud de vida y de la unidad familiar, fueron algunos de los atributos más destacados.
No es la empresa la que sobrevive, sino el sentido y razón de ser que la familia DA a la “Empresa Familiar” y sus relaciones, eso sostiene a la organización de personas. Dicho en otras palabras, “las empresas familiares desaparecen porque sus directivos se concentran en producir bienes y servicios, y olvidan que la verdadera naturaleza de su organización es ser una comunidad de personas al servicio del cliente, de otras personas, de la comunidad, de la humanidad”
2.020 son muchos años de investigación y evolución en el conocimiento…del management y múltiples disciplinas. Si algo hemos aprendido es que las dificultades de las empresas pueden solucionarse con técnicas de organización como son: la #concienciación y la #voluntad de resolver situaciones que se presentan. ¿Cómo? A través del #diálogo y #compromiso #planificación #tiempo, recursos y esfuerzos.
Un presente de fin de año para la familia empresaria
El regalo para todas las Familias Empresarias es un “decálogo de buenas prácticas”, con los mejores augurios para gozar de una empresa sana y una familia en armonía:
- Aprender a gozar de los derechos y a ser responsable con las obligaciones
- Tomar consciencia de las debilidades de la empresa y del negocio, así como del entorno. Fomentar la profesionalización y crecimiento continuo.
- Conocer la historia de la familia, recuerdos, y fomentar el sentido de pertenencia o “propiedad emocional” son como una columna a un edificio. No se ve, pero sostiene el peso y evita derrumbes.
- Preparar el cambio generacional con tiempo y un plan paralelo para la Familia, Empresa y Propiedad hace de puente entre generaciones. El futuro no queda librado al azar.
- Gestionar la diversidad de la familia empresaria es importante. Primer paso: tomar consciencia de los “puntos de vista, expectativas, experiencias, sentimientos, necesidades, intereses” para luego gestionar y planificar a futuro.
- Hablar, comunicarse, entenderse, crear espacios de diálogo es clave para desarrollar capacidades y gestionar los conflictos constructivamente.
- Mejorar la comunicación a través de nuevos medios y sistemas específicos de familia empresaria. Estamos en el siglo XXI, iniciando el año 2021 no se conoce lo que no se busca.
- Preservar los vínculos familiares y relaciones societarias duraderas requiere saberes. Educar sobre “empresa familiar” a todos los miembros familiares, trabajen o no en la empresa genera fortalezas.
- Expresar los sentimientos y afectos, exteriorizar el reconocimiento a nuestros familiares hace una gran diferencia
- Evitar las comparaciones y ser equilibrado en las exigencias hacia los demás y hacia uno mismo, da vida, cuida la salud.
A todas las familias empresarias argentinas, les deseo una muy felices fiestas.
Autora: Natalia Christensen, Presidenta del Instituto Argentino de la empresa familiar. Consultora CEFC®
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